Reaprópiate del término «amor».

Me da inseguridad pronunciar la palabra amor, aún más decir que estoy enamorada.

El miedo al amor, el miedo al compromiso, decir que soy anti-amor, que no quiero enamorarme en mi vida, que no creo en el amor y similares han inundado mi boca y cabeza durante mucho tiempo.

Pero joder, ahora lo pienso y normal que tuviese miedo y lo evitara si la gente cualquier mierda la hace «en nombre del amor» y huele mal y te jode. Te violan en nombre del amor, te humillan en nombre del amor, te agobian en nombre del amor, te destruyen en nombre del amor…

Frente a este podrido sentimiento suele haber dos posturas: la de protegerte de él y avisarte para que te andes con ojo y la de empujarte al pozo diciéndote que en su fondo hay pétalos de rosa y que aunque sientas pánico por la caída caerás en blandito y que se alegran mucho por ti. Ninguna me gusta.

Y joder, entiendo que lo evitara a toda costa, que escupiese flemones sobre el amor. Si al fin y al cabo ,así entendido, es una mierda.

Pues bien, reniego del amor tal y como siempre lo he entendido y me reapropio del término. Reniego de llamar amor a relaciones que he tenido en el pasado y a lo que he sentido hacia ellas. No creo que sentirme manipulada, insegura, agobiada, indefensa, pequeña, obsesionada, impotente, dependiente, sola, atacada, maltratada, violada, etc sea amor.

Ya no hablo de la típica relación monógama sino también, de relaciones abiertas, poliamor, relaciones de amistad, familia o incluso de la anarquía relacional. Entre el amor y la mierda hay una fina línea; y poned todas las etiquetas que queráis a vuestras relaciones, o no pongáis ninguna, que aunque la mierda se vista de seda, mierda se queda.

Como dije antes, voy a reapropiarme del término ¿Cómo? Lo deconstruyo ¿Cómo? Destruyo el concepto y lo reinvento ¿Cómo? No voy a definirlo y a encasillarlo en unas pocas palabras. El lenguaje no va a abarcar lo que para mi es amar, ni el amor, ni na; pero sí voy a intentar hablar de él.

Para empezar, no hay amor sin cuidados, sin respeto y sin valorar a la otra persona. Todo esta entrelazado y se retroalimenta.

¿Cuidados? Entendidos en un abanico más genérico, no sólo lo que se entiende como cuidar a alguien cuando está enfermo; ahora me explico. No hay un patrón de cuidados porque este hay que crearlo en conjunto, con la otra persona. Cuando quieres a alguien sanamente, quieres que esté bien y tampoco quieres agobiarle, por tanto, lo que molaría sería estar ahí hasta donde la otra persona te deje. Cada una da de sí lo que puede y lo que quiere, también hay que autocuidarse.

Cuidar no es estar 24/7 preguntando a esa persona como está ni en un sin-vivir en el que le abanicas mientras le metes uvas en la boca. Eso es una mierda, tanto para ti, como para la otra persona, como para la relación. Yo diría más que es tener en cuenta la salud mental de la otra persona e intentar no dañaros entre sí, comunicar las cosas con asertividad, preguntar de vez en cuando, respetar tiempos y espacios, entender determinadas situaciones y dejar un margen de respuesta, no insistir, no exigir, no hacer de ti una dependencia.

Blabla, quizá en otra ocasión dedique unas líneas más a este tema. Para terminar, los cuidados están en TODO, desde el momento que compartes con esa persona (comer, hablar, escuchar, leer, salir de fiesta, dormir, jugar, follar, hacer el amor, etc) hasta cuando estas en tu casa y piensas en esa persona, también cuidarnos de pensamientos tóxicos es cuidar.

Teorizar sobre esto hace que me suene como si cuidar fuese estar encima de la otra persona dándolo todo, y no va así. Es mucho más simple. Si respetas, tienes en cuenta, valoras y comunicas, creo que sale solo. Si no te respetan, no te tienen en cuenta, no te valoran y no hay comunicación, aunque tú sí lo hagas, la relación será una mierda porque tendrás que tragar y aguantar prácticamente todo el peso de esta sobre tus hombros, te quemarás y te hará mucho daño; por eso, también, respétate, tente en cuenta, valórate, se sincera contigo misma y no te pierdas de vista. Cuidar en esta sociedad puede ser un peligro, no dejes que utilicen tus armas. Cuídate.

He hablado sobre la comunicación, y me gustaría dedicarle unos segundos más, para mí es una de las herramientas de más peso para que una relación vaya bien, y ya que existe, utilicemosla. Comunicar lo que sentimos, lo que queremos y lo que no, lo que nos apetece y lo que no, lo que podemos dar y lo que no, es importantísimo. Entiendo que cueste un porrón, es totalmente normal que traguemos nuestras palabras por miedo al qué pasará; pero os aseguro que si estáis en un entorno cómodo puede que una vez que hayáis dado el paso, fluya. Podemos intentar forzarnos un poco a comunicar, como si vomitásemos lo que nos está removiendo (para bien o para mal) y una vez soltado es mucho más sencillo manejar lo dicho, y la situación. Aquí, por ejemplo, los cuidados entrarían si decimos las cosas con asertividad, es decir, comunicar lo que nos mueve cuidando el lenguaje para no apuñalar a la otra persona y también cuidándonos a nosotras mismas para sernos fieles y para no olvidar lo que queríamos decir.

Cuando se habla de comunicación, solemos entender comunicación oral. Y no, rotundamente no. Como he dicho antes, cuesta a veces bastante decir determinadas cosas, tanto por la situación, por tu contexto, por miedos, etc Así que para cuidar y cuidarnos, será muy importante tener en cuenta todas las formas que tenemos de transmitir, como la comunicación corporal. Observar de vez en cuando cómo está la otra persona y, preguntar si notas algo raro, no está de más. También, si en determinado momento notas incomoda a la otra persona, parar y preguntar no está de más tampoco. Creo que es hasta nuestra responsabilidad estar atentas a estas cosas y ablandar el terreno para que la otra persona pueda expresarse si quiere.

Sé que me gustaría decir muchas cosas más, pero para ser lo primero que escribo sobre este tema, creo que ya está bien. En resumen, así da gusto querer, amar y compartir tiempo con las personas que apreciamos. Los cuidados, para mi, son la propaganda, los disturbios, el sabotaje, las manifestaciones y hasta la revolución de mi vida. Es acción directa contra lo que me han enseñado, es una alternativa clara a la forma de relacionarnos, es luchar por mi y por lo que aprecio a diario.

Autora: Iluna Talaia

¿Por qué la nueva obra de Lechowski fomenta las violencias machistas?

Análisis desde la perspectiva feminista del último disco de cantante de rap Rafael Lechowski.

 

¿Por qué el Acto I de “Quarcissus” fomenta las violencias machistas?

Cuando lo escuché por primera vez no daba crédito. El cantante de rap Lechowski, el que hacía referencia en muchas de sus charlas a esa sociedad “oscura y desigual” en la que vivimos, el de “cuando tras la niebla de la fumata blanca aparezca una papisa negra, dará al fin comienzo el mundo”, hoy relataba un potencial crimen pasional como si de una historia de amor se tratara. El día 30 de noviembre se publicó el primer acto de Quarcissus, su nuevo trabajo. Muchas de sus seguidoras acérrimas no dudamos en ir a la presentación para no perdernos ni uno de los delicados detalles de su último trabajo. Aquel lunes 28 de noviembre, bajo las luces del bar “La Hemeroteca”, vimos a un autor entristecido y trágico. En algunos casos, incapaz de terminar la frase, se derrumbó explicando el contenido de su obra. El público conmocionado rompía con aplausos el silencio como muestra de apoyo.

Acto seguido abrió un turno de preguntas en el cual surgieron dudas como, “¿Esta obra te ha abierto más tu herida?” A lo que él contestaba, “mi herida ya está cerrada, esto lo he escrito por mi público”. Además precisa: “tenía pensado poner hoy el audio, pero no me siento con la fuerza suficiente para escucharlo”. Entre las personas que nos encontrábamos en el público se despertó una mezcla de compasión y admiración. Todo su dolor parecía fruto de una de las peores injusticias padecidas. No cabía duda de que él era la única y verdadera víctima de lo que le había ocurrido. Suceso que, en ese momento, desconocíamos. Salí de allí con mis sentimientos a flor de piel y con muchísimas ganas de sumergirme en sus palabras después de tantos años de espera.

Entonces, escuché aquel relato.”Es la historia de un héroe profundo (de esos héroes sin capa ni espada) que cargó la gárgola de la nada y a hombros del alma, las penas del mundo”, así empieza el Acto I: La Traición. Narra en verso la historia de un hombre y una mujer que, tras mantener una relación de pareja, ella decide ponerle fin. La historia continúa explicando como él acude a la casa en la que ambos vivieron y comienza a destrozar todo con el fin de encontrar la prueba que confirme que ella está con otra persona.

La historia sigue avanzando hasta la escena de sexo,“¡El silencio se hace grito y desagraviamos en sexo violento y ahí quisiera estrangularla y eyacular dentro!”. En otras ocasiones Lechowski nos sorprende con otras perlas como: ”Si me mato por amor seré un suicida, si la mato por amor un asesino”. El mensaje machista resulta bastante claro y explícito. Por un lado la victimización del potencial asesino y por otro la identificación del “amor” con las relaciones tóxicas, posesivas y desiguales. Entre otros muchos matices que también merecen atención.

Victimización del potencial asesino

No sabemos cuánto de autobiográfico tiene el acto, pero lo que es cierto es que Quarciso y Lechowski tienen algo en común: ambos se presentan como víctimas. El autor víctima de un suceso que no sabemos si es la historia que relata u otro. Y Quarciso de la relación que mantuvo con su pareja. Desde el movimiento feminista llevamos desde tiempos inmemoriales recordando que en las relaciones de amor romántico y posesivo solo existen dos actores: la víctima y el agresor. En este caso el papel de agresor corresponde con el protagonista. Quarciso no deja de lamentarse durante toda su obra, centrándose de esta manera únicamente en sus sentimientos y pintando a la mujer como fría y egoísta.

¿Cuál es el componente machista de todo esto? La obra invita a empatizar con el que quiere asesinar a su ex pareja por no querer continuar con esa relación. De esta forma la versión de la mujer queda invisibilizada. Hay personas que lo han interpretado como una gran crítica, pero para denunciar estas dinámicas de poder la voz la deben tener las mujeres. El amor de verdad no duele Y, ¿qué hay de eso de “matar por amor”? Es una de las que más dolor me produjo. Los hombres no nos asesinan por amor. Lo hacen porque vivimos en un sistema patriarcal que nos empuja a interiorizar las violencias machistas en todas las edades y en todas las capas de la sociedad. Muy acertadamente dice Pamela Palenciano, en su monólogo “No solo duelen los golpes”, que el amor de verdad no duele. Es el momento de dejar atrás la dependencia, los celos y el control para dar paso a la libertad y el respeto.

Tampoco sirve escudarse en el clásico: “Los artistas escriben lo que sienten. Es lo que él sintió y esta crítica es una forma de limitar su libertad de expresión”. Siendo Lechowski un autor con tanto tirón en el panorama del rap español, tiene una gran responsabilidad con la sociedad. No es lícito que lance un obra con este contenido sabiendo que es un referente para miles de personas. Su mensaje es nocivo en todos los sentidos.

El “misticismo” no lo justifica

 Estos últimos días las redes sociales se han hecho eco de esta polémica. Hemos podido leer tweets de Lechowski como éste: “[…] El protagonista sufre pero es benévolo. La condición humana es así”. Una vez más tenemos que sentir pena del potencial asesino porque sufre y es “benévolo”, como la vida misma. La opinión de la mujer la desconocemos, pero sospecho que no es fácil lidiar con personas que desmantelan tu casa y después te dicen “te amo” después de haber deseado matarte.

Pero eso no es todo, también hacía RT a esta joya (convertida casi en un clásico): “Ni machismo ni feminismo, IGUALDAD!”. Además hemos podido leer a mujeres plantar cara a esta nueva y polémica publicación: “Y como yo, muchísimas mujeres han sufrido y sufren la violencia machista cada día, como para que ahora venga Lechowski de místico sabes”. También Inés, artista en Klitosoviet (grupo de rap feminista) nos dejaba su opinión: “Me da un miedo acojonante la cantidad de personas que pueden verse o se ven reflejadas en lo último de Lechowski.” y “Venga vale, que Lechowski luego se vaya a sacar de la manga una moraleja de fábula ahí to mística compensa que de voz a los maltratadores” afirma con ironía.

Él sostiene que la obra es una denuncia, pero es inevitable encontrar inapropiado el mensaje que transmite desde una visión crítico-feminista. Con todo, asegura que en los siguientes actos aclarará que los hombres machistas nunca pueden ser víctimas y el amor, por definición, no implica toxicidad y posesión. Para muchas de nosotras el mal ya está hecho. Yo, espero con cierta esperanza que sepa rectificar y continuar su trayectoria contando con la visión feminista y teniendo en cuenta todo lo que puede despertar en las personas que le escuchan.

Artículo escrito por: Carmen Blanco Grigelmo
rafael_lechowski.jpg

LIBROS DE INTERÉS

Aquí encontrarás enlaces de libros relacionados con el feminismo con los que podrás aprender sobre el tema y profundizar en distintas cuestiones. Si tienes alguna sugerencia y conoces el enlace de ese libro contacta con nosotras.¡ Que los disfrutéis!

Haz clic para acceder a preciado-testo-yonqui.pdf

  • Manifiesto contrasexual, Paul B. Preciado:

https://www.sertao.ufg.br/up/16/o/Beatriz_Preciado_-_Manifiesto_contra-sexual_(2002).pdf?1373809656

  • El género en disputa, Judith Butler:

Haz clic para acceder a Judith+Butler+El+g%C3%A9nero+en+disputa+El+feminismo+y+la+subversi%C3%B3n+de+la+identidad.pdf

  • Historia de la sexualidad, Michael Foucault:
  • Historia de las mujeres filósofas, Gilles Menáge:

https://docs.google.com/viewer?a=v&pid=sites&srcid=ZGVmYXVsdGRvbWFpbnxpZnJqZmlsb3NvZmlhfGd4OjEwNTA1YmM1N2QyOTVmMTU

  • Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria., Silvia Federicci:  https://www.traficantes.net/sites/default/files/pdfs/Caliban%20y%20la%20bruja-TdS.pdf